martes, 7 de marzo de 2017

El camino para mejorar es entrenar

Esta semana pasada la hemos pasado entera entrenando en el Artsurfcamp con nuestro coach Jesús María Guerra Naverán:

Foto: J. M. Guerra

Las olas y el equipo han sido increíbles. Y las instalaciones del Artsurfcamp de otro planeta. Pero también hemos sufrido entrenando. Hemos sufrido remando tanto, poniéndonos el traje mojado varias veces al día, saliendo del agua cada dos por tres para escuchar al míster, madrugando siete días seguidos, mucho cansancio... pero es que así es como se aprende. El que algo quiere algo le cuesta.

Foto: J. M. Guerra

Alguien dijo alguna vez que cuando crees que ya no puedes más y tus ganas de entrenar son mínimas,  ese día, si lo haces, es cuando más vas a aprender.

Foto: J. M. Guerra

Expliquémoslo desde el principio:


Lo primero es ser una persona de mar. Es decir, una persona a la que le gusta el mar (la naturaleza) y se desenvuelve correctamente en ella.


Lo segundo es ser surfista. Tener ese feeling con las olas y querer surfear.

Foto: J. M. Guerra

Luego ya, si quieres mejorar como surfista (que el 95% de la gente que hay en el agua, consciente o inconscientemente, quiere), hay que entrenar. No queda otra. Puedes dedicarle más horas, ver videos, ir al gimnasio... eso está bien. Pero si le puedes sumar un entrenador ya es la hostia. Tu surfing va a mejorar de una manera exponencial.

Entrenando con Luquitas, Kike y JMGuerra en Malpica. Foto: @matiasbbk

Así es cómo un surfista se convierte en DEPORTISTA.

Foto: J. M. Guerra

Pudiendo este deportista llegar a competir. Ya sea porque le gusta competir o simplemente porque, como es mi caso, quiere ponerse a prueba, superarse, marcarse objetivos, pelear por cumplirlos, etc...


Este es el resumen más o menos de lo qué es ser un surfista deportista, explicado por J. M. Guerra y traducido por mi. Espero que os guste.
Esta semana todo el equipo ha demostrado que con concentración, exigencia, intensidad y diversión se mejora más y en menos tiempo. Y uno se siente más orgulloso de si mismo y de cómo ha aprovechado el tiempo.

Entrenando en Santa Cristina. Foto: Anxo Santiago Reino

Además, entrenar en un sitio así no tiene comparación:






Muchas gracias a Artsurfcamp y J. M. Guerra por crear este valioso proyecto pionero en Europa. My Surf Coach ya lo sabes!!!


domingo, 5 de marzo de 2017

Febrero

La verdad es que con el sol nos lo estábamos pasando muy bien (fotos de Francisco Aguilar @f.a.sphoto):






Foto: @j.m.guerra


Pero de eso en febrero ya no había (fotos de Gabriel Pacheco @gabriel3pacheco):





Sólo nos quedaba resguardarnos del frío en casa:




Dedicarnos a la rumba:




O surfear spots surreales:



Las opciones gastronómicas también estaban a la orden del día:




Y trabajar en los nuevos proyectos que se venían también:



Foto Anxo Santiago

Este es el video del mes:

jueves, 16 de febrero de 2017

CÓMO RECORRER INDONESIA EN MOTO (Parte 2/2: Sumbawa & Komodo)

Después de pasar una semana “rulando” por la bonita pero ¿peligrosa? Kuta Lombok nos fuimos a conocer la isla más grande de la expedición, la isla de Sumbawa. Íbamos a estar por allí veinte días. Fotos de @matiasbbk.


Empezamos por el oeste, por la zona de Supersuck. Había un swell en camino y no nos lo queríamos perder.



Después de surfear aquí puedo decir que Indonesia tiene las olas más perfectas y peligrosas que he surfeado en mi vida. Vaya tubos y vaya “free tattoos” que se hacía la peña. No eran pocos los que llevaban puesto un traje o una chaquetilla para no cortarse con el coral. Cuando la sesión de surf terminaba empezaba la de prácticas de enfermería. Parecía la guerra aquello. Eso sí, todos volvían al agua con sus cicatrices cuando la marea y el viento se ponía bien otra vez.



Fue en esta zona donde me di cuenta de que los principales problemas de salud de los surfistas en los países tropicales no suelen venir asociados a las tan temidas enfermedades infecciosas, pues ese riesgo raramente se traduce en problemas médicos graves, si no por los accidentes que uno tiene, ya sea surfeando o conduciendo. Un buen botiquín de viaje es siempre necesario para salir de apuros y llevar el dinero en efectivo también. Al igual que los hospitales y las farmacias, los cajeros automáticos sólo se ven en las principales ciudades.



Es curioso como aquí y en el resto de olas perfectas se necesita que haya algo de viento off-shore para que las secciones vayan en su sitio. Surfear glass es a veces mucho más arriesgado pero también es cuando menos gente hay.



Cuando bajó el mar pudimos probar y disfrutar también de la ola de Yoyos, ¡nuestra primera derecha del viaje! Fue aquí también donde conocimos los batidos de aguacate y chocolate, ¡increíbles!






Cuando nos tocó mudarnos, condujimos nueve horas hasta la zona de Lackey Peak, en el este de la isla, donde íbamos a pasar diez días. Ya llevábamos mucho tiempo escuchando hablar de este lugar. ¡Sólo enfrente del hotel teníamos tres olas de calidad mundial!













Además, encontramos un sitio un poco cutre pero con vistas al mar en el que se podía comer todo lo que uno quisiese de mie y nasi goren por 25.000 rupias (un euro y medio más o menos).


Por último, decidimos hacer algo de turismo, ¡llevábamos más de un mes surfeando sin parar! Así que condujimos por cinco horas más nuestras motos hasta el puerto de Sape, en el este, y nos subimos a un ferri con destino la isla de Flores. Era el ferri más largo hasta la fecha así que decidí pasarlo durmiendo. Calculé para dormir 5 horas y que sólo me quedasen 3 en el barco. Pues bien, cuando me desperté, el barco todavía seguía en el puerto jeje. ¡Vaya cagada!




Una vez en la isla de Flores las olas no nos acompañaron pero pudimos vivir una de las mejores experiencias visitando la isla de Komodo y buceando con una treintena de mantarrayas en medio del mar. ¡Vaya diversidad natural! Siempre dije que Indonesia impresiona, fascina e inspira.






Si estás pensando en recorrerla por primera vez, no tengas miedo. El calor sofocante y la humedad que hay en el trópico junto con el tráfico intenso, las malas condiciones de la carretera, los desastres naturales, los insectos y los atentados terroristas, no harán si no que tu viaje sea más largo y aventurero, es decir, todo un reto. Para qué está la vida si no es para pasarla viajando y disfrutando.