Quién me iba a decir a mi hace quince años, cuando salió el famoso reportaje de Morro Negrito en la Surfer Rule de Bodyboard, que iba a acabar surfeando esta ola perfecta sólo con un amigo:
Las vueltas que da la vida:
Mi hermano y yo teníamos la ola mitificada (como la mayoría de chavales de aquella época supongo):
Y poder haber ido, y surfearla en condiciones, fue un sueño cumplido para mi:
Varios fueron los amigos que lo intentaron, pero la ola es bastante caprichosa.
Aún así, Chus y yo no nos dimos por vencidos. Tres mañanas enteras tardamos en poder ver algo surfeable. Pero por fin llegó.
Para colmo, el único Surf Camp que había en la zona se fue a pique unas dos semanas antes de que llegásemos. Y es que las tormentas de octubre y noviembre en el Pacífico no perdonan.
Por suerte, nuestro amigo y guía local Yigo supo llevarnos y traernos cada mañana sanos y salvos y mantener viva nuestra esperanza de encontrar y surfear la tan esperada ola:
Las vueltas que da la vida:
Mi hermano y yo teníamos la ola mitificada (como la mayoría de chavales de aquella época supongo):
Y poder haber ido, y surfearla en condiciones, fue un sueño cumplido para mi:
Varios fueron los amigos que lo intentaron, pero la ola es bastante caprichosa.
Aún así, Chus y yo no nos dimos por vencidos. Tres mañanas enteras tardamos en poder ver algo surfeable. Pero por fin llegó.
Para colmo, el único Surf Camp que había en la zona se fue a pique unas dos semanas antes de que llegásemos. Y es que las tormentas de octubre y noviembre en el Pacífico no perdonan.
Por suerte, nuestro amigo y guía local Yigo supo llevarnos y traernos cada mañana sanos y salvos y mantener viva nuestra esperanza de encontrar y surfear la tan esperada ola:
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