Desde que volví a Galicia, las buenas olas no han parado. Primero fueron los baños en las Rías Baixas (Una y Dos veces) y luego en las Rías Altas, con sesiones como esta (casi todas las fotos son del gran @matiasbbk):
Pero empecemos por la primera, un buen día de surfing y churrasco entre amigos en algún lugar de la costa norte gallega:
Luego también volvimos algún día con menos mar pero con olas realmente buenas también:
Pero empecemos por la primera, un buen día de surfing y churrasco entre amigos en algún lugar de la costa norte gallega:
Luego también volvimos algún día con menos mar pero con olas realmente buenas también:
Por la zona de A Coruña sólo estaba funcionando bien Bastiagueiro, donde algún entrenamiento interesante con Jesús María Guerra pudimos sacar:
No iba a casa nada más que para comer o cenar jeje:
O para el cumple de Cris con el gran Tío Manolo y mi hermano Pedro:
Luego descansaba y madrugaba, que el viento sur no podía durar toda la vida:
Ese día, yendo a la playa con mi bro Pablo Muiños, nos encontramos al pobre Miguelito con el coche en la cuneta. Se había dado una buena leche con el coche. ¡Menos mal que a él no le pasó nada! Esperamos con a que llegara la grúa y nos fuimos a la playa.
Cuando llegó el fin de semana tuvimos la visita de Chechu y Yaiza, que venían desde Madrid.
Y aprovechamos que el mar se puso como un plato para disfrutar plenamente de la gastronomía gallega, primero en A pulpeira de Melide y después, a la noche, en la Taberna da Penela. ¡Vaya comilonas!
El domingo, para cerrar la racha de buenas olas, nos fuimos a la mítica playa de Caión, donde algo pudimos rascar:
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