jueves, 18 de febrero de 2016

Así ha sido mi segundo semestre en este bonito país llamado Perú

Además de todos los viajes que he hecho durante este segundo semestre en Perú, que no fueron pocos, mi día a día en Lima ha seguido siendo cojonudo.

Me gustaría contaros, a grandes rasgos, cuáles han sido las cosas que más me han gustado, empezando por los meses de agosto a diciembre, cuando aún tenía clase y recién volvía de ese viaje por el centro y el sur de América que tanto me gustó y que incluyó países como Costa Rica, Brasil y Colombia.

Pues bien, llegué a Lima un poco tarde para las presentaciones de los nuevos alumnos de Intercambio en la Universidad (y para las fiestas de bienvenida) pero con esta poca vergüenza, cara y simpatía que me caracteriza conseguí ponerme al día y hacer pandilla jaja.
Esta foto es del primer día que llegué, cuando la Universidad Mayor de San Marcos nos llevó a los alumnos de Intercambio de paseo por Lima:


De ahí al poco empezaron las clases:




Un día en el laboratorio de Microbiología descubrimos un microorganismos con pelo afro muy parecido a mi jaja:


Al salir, siempre se podía íbamos a pasear al Jardín Botánico de la Universidad (todo un lujo) o a comer al comedor universitario de Cangallo por el módico precio de 0 soles.



Aunque lo que más me sorprendió de la Universidad fue llegar un día a clase y ver a un compañero de vistiendo con la sudadero del Deportivo de hace diez años. Sin duda era un chaval con mucho estilo:


Un día me llamaron del Decanato para darme un premio por mi desempeño estudiantil. Fue todo un detalle porque me dio muchos ánimos para afrontar con más fuerza aún los duros exámenes finales, pues este fue, sin duda, el semestre que más estudié en mi vida:


Solía tener clase una media de 6 horas al día de lunes a viernes pero aún así siempre conseguía sacar tiempo para surfear todos los días:


Solía bajar andando desde casa a la playa, donde la Pampilla (la ola donde se celebra el mundial de longboard) siempre soltaba alguna derecha divertida:



Los fines de semana seguíamos soliendo ir a surfear al Sur chico, a la zona de Punta Hermosa y San Bartolo.




Aunque algún que otro fin de semana fuimos dirección norte:





Un día bajamos hasta Puerto Nuevo, donde rompían una buenas cuñas para ambos lados:



También me gustaron mucho las visitas. Los primeros que vinieron fueron Cris y Mou. Juntos ayudamos a un pobre anciano que estaba en apuros con su barco después de que una serie lo engullera en pleno pico:



Esos días cuadraba la feria gastronómica anual peruana cerca de casa así que nos tuvimos que dejar ver...


Otras visitas que me hicieron mucha ilusión también fueron la de Lu y Patrick y la de Pablito y Sabela:



Y la del gran Plátano, que venía desde Chile:


Y la de Óscar y Nano, de surftrip por Perú; y la Roque, el primo de Cefe (mi compañero de piso) y gran amigo mío desde la infancia:


Con él nos dimos algún que otro homenaje y volvimos a visitar el cerro San Cristóbal:




Esta vez en el cerro, los tres, pusimos velas azules, para pedir por la salud de un ser querido:


Fue un día muy especial y en el que decidimos ir a comer al Cantarana, uno de los sitios más guapos y ricos que hay para comer en Lima. Pues bien, había una bufanda del Depor colgada del techo jaja:


Ese mismo día, de noche, fuimos al concierto de Pitbull, Enrique Iglesias, J Balvin y Juan Magán en el Estadio Nacional, casi nada:


También me hizo mucha ilusión la visita de mis amigos que estaban estudiando en Brasil (Jorge, Cris, Lolita y Cris). Tuvieron varios problemas con los aviones desde Cuzco pero estoy seguro de que volverán a Perú :)


Ya de último, después de Guille, mi hermano y Marian; apareció Nelo. Le cuadraron un par de olitas buenas y un par de mejores rumbas:



Otros eventos dignos de mención fueron la actuación de teatro del movimiento Fuerza Bruta y la fiesta de Vans:



Y a menor escala de gente, pero más divertido aún, la pedazo de cena española en casa de los Lima Lovers, el cumpleaños de Carlitos, el de Maca, el de Nina, las comidas en el Morelia, las cenas y las barbacoas con la comitiva:






Muy digno de mención también nuestras hamburguesas en el Papachos después de surfear y nuestros sanguches y jugos en La Lucha a mediodía:



Sin olvidar los desplazamientos en bici clásica y bici motorizada de dos:


Cefe mientras tanto recuperaba el dron que le habían retenido en Aduanas por no disponer de un permiso aéreo para hacerlo volar, como si fuera un avión. Fiesta para celebrarlo:


Y el concierto de Empire of the Sun a una semana de los finales, en pleno martes y al aire libre. Jamás se me olvidará:


Luego vinieron los estudios apurados e intensivos, los exámenes y las despedidas en la Universidad:




En ese momento me dio mucha pena porque mucha de esas personas con las que había estado conviviendo tanto tiempo no las iba a volver a ver. Todos me caían tan bien y me habían ayudado tanto que me puse un poco triste. Pero la alegría volvió al recordar todos los buenos momentos que pasamos juntos y al ver como los objetivos que me había propuesto antes de venir a Perú los había cumplido con creces.

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