miércoles, 13 de enero de 2016

El histórico Camino Inca a MACHU PICCHU

Fue a mediados de octubre cuando mi Tío Manolo y yo empezamos a pensar en hacer este camino. Entre el precio y las fechas no lo vimos demasiado claro hasta que entramos en la página web del Gobierno Peruano y vimos que sólo quedaban dos plazas (nuestras plazas). Era una señal. Reservamos, pagamos y esperamos confirmación. A los pocos días estábamos oficialmente dentro.

El Gobierno Peruano es el que se encarga de gestionar todo esto para que no haya mucha gente. Sólo permiten ingresar a 180 turistas al día. Hay que ponerse a la cola. Nosotros fuimos los dos últimos. Íbamos a pasar el fin de año en Cuzco, a descansar un día allí y a empezar al día siguiente bien temprano la peregrinación. No fue el mejor entrenamiento posible pero ahí lo fuimos.

La distancia total que teníamos que recorrer eran 42 km. No son muchos kilómetros teniendo en cuenta los caminos construidos por los Incas en Sudamérica superan los 25.000 pero si que es una distancia a tener en cuenta por los desniveles, la altura y la variedad de clima que te encuentras.

El viaje empezó en el poblado de Pisqacucho, en el km 82 de la línea férrea Cusco-Quillabamba:


De ahí fuimos caminando por el margen izquierdo del río Kusichaca pasando un huerto de eucaliptos,  un puente, alguna tumba, acueductos, terrazas y un cañón.




Continuamos caminando hasta alcanzar el pequeño pueblo de Wayllabamba, donde pondríamos nuestro primer campamento:


Al día siguiente nos levantamos bien temprano. La caminata iba a ser larga y dura, y necesitábamos ganarle horas al sol. Teníamos que llegar hasta los 4.200 metros, antes de mediodía, superando un desnivel de casi 2.000 metros. Tardamos seis horas pero la llegada fue increíble.


Las vistas eran brutales y al saber que estábamos en el paso del Warmiwañusqa, el punto más alto del camino, nos dimos cuenta de que ya habíamos pasado lo más duro, de ahí sólo nos quedaba caminar en bajada unas tres horas hasta llegar a nuestro segundo campamento.


El tercer día fue bien parecido al primero pero en vez de caminar durante 4 horas lo hicimos durante 10. Además, tuvimos que pasar otro gran desnivel para superar los 3.800 metros. Fue el día más largo pero a la vez el más interesante. Visitamos varios complejos arqueológicos impresionantes, la mayoría hechos en lugares bien altos con el objetivo de vigilar, aunque otros eran simples lugares de descanso o culto.



La verdad es que fue una maravilla, ¡vaya vistas!

 

Esa noche la pasamos a los pies del Machu Picchu, cerca de lo que llaman el mini-Machu Picchu, un complejo arqueológico de lo más bonito con casi cien andenes (terrazas) y una cascada muy cerca. Fue genial.

La mañana siguiente fue el día que más madrugamos. Nos levantamos a las 03:30 para que los transportadores, que nos estuvieron llevando todas las carpas y la comida durante los cuatro días que duró la caminata, pudieran irse en el primer tren de la mañana (nosotros nos iríamos en el último, a las seis de la tarde).


Para culminar la caminata, hicimos una entrada mágica a Machu Picchu a través de la Puerta del Sol, en lo alto de la montaña.


Acto seguido, mi tío y yo procedimos con la subida al Wayne Picchu. Los dos pensábamos que era un montecito que había al fondo de la ciudadela a la izquierda, pero en realidad era el de la derecha, una auténtica barbaridad bien empinada. Desde ahí fue donde tuvimos las mejores vistas.



Al bajar, ya muy cansados, fuimos directos a comer al pueblo de Aguas Calientes, donde estuvimos descansando toda la tarde hasta que salió el tren.



No me gustaría terminar esta entrada sin una bonita frase final:

"El santuario histórico de Machu Picchu se explora paso a paso, a pura suela de zapato y con la fuerza del corazón."

Y mi tío demostró una vez más que su corazón es digno de un guerrero. Fue un placer haber vivido esta experiencia con él.

3 comentarios:

  1. Enhorabuena !!! Magnífica crónica. Sin duda asumir retos es algun fundamental en la vida de un hombre. Recuerdo cuando Manuel me hablada de su intención de hacer este camino allá en una playa de Galicia y que finalmente se ha hecho realidad. Me alegro y disfruto con él de esta gran aventura y espero poder compartir nuevas rutas montañeras, para la siguiente me apunto!!!.
    Un abrazo.

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  2. Os felicito por cumplir un sueño - desafío pero sobre todo por hacer sentirme presente con esa magnifica descripción. Lo he vivido.

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  3. Me impresiona y me emociona lo que estáis viviendo. Viví como Manuel preparaba este viaje, me contaba sus planes, las excursiones que pensaba hacer,.......pero cre que ha superado con creces sus expectativas. Y tu Pablo has contribuido mucho a que lo consiguiera.. Mil gracias...Y también decirte Pablo que con tus magníficos relatos vamos siguiendo vuestro caminar. Sois unos campeones!!!!!!! Un besazo

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