jueves, 10 de diciembre de 2015

Viaje al corazón del Amazonas: Iquitos

¿Quién sabía que el río Amazonas nace en Perú? Es más, ¿quién sabía que el río Amazonas pasa por tres países? Yo no lo sabía pero así es cómo se aprende geografía. Ojalá todo el mundo pudiera hacerlo.

Bueno pues para información de todos, el río Amazonas nace en Mismi, una montaña del distrito de Arequipa en la cordillera peruana de los Andes. Esta montaña está al sur de Perú, casi en la frontera con Chile, a más de 1.500 kilómetros de la capital de la Amazonía peruana (Iquitos). Es por esto que el río Amazonas es el de mayor longitud del planeta, llegando hasta los 7.000 km de largo. El río Nilo (África), que es el segundo, tiene 6.700 km.

Yo no me podía ir de aquí sin conocerlo. Su cultura y su belleza natural me llevaban mucho tiempo tentando. Así que, con todo, me compré un billete para Iquitos.
Esto fue lo primero que vi desde el avión, el viaje ya había merecido la pena para mi:


Ya en Iquitos una mototaxi nos llevó al "puerto" donde una lanchita nos iba a llevar a lo más profundo de la selva.


Allí nos íbamos a hospedar en el Tucán Lodge, cuya dueña es de Coruña (¡vaya casualidad!). Desde aquí le mando un fuerte abrazo.


Como estábamos en plena selva aprovechamos para pegarnos un par de buenas caminatas, siempre con el machete en la mano por si acaso:


Los paseos en barca por el río no estaban nada mal tampoco:


Pero lo más bonito, sin duda, era ver el atardecer desde la orilla del río:


Un día decidimos fabricar una cañas de pescar con palos, sedal y restos de pollo como cebo; para intentar pescar. Como era de esperar, yo no conseguí pescar nada (soy más de trueiro y fanecas jeje) pero Pablito y Rosita tuvieron más suerte y pescaron una piraña cada uno. Ninguno de los cuatro habíamos visto una nunca. Nos quedamos flipando, ¡vaya dientes!


Otro día fuimos a jugar un poco con los animales jaja:




Y de vuelta al Lodge, motivados por nuestro fiel guía León, decidimos parar a darnos un baño en pleno río Amazonas. Fue una gran decisión porque fue de lo más mágico que hice jamás. Bañarme en el río Amazonas, envuelto en barro, viendo el atardecer, con mis buenos amigos gallegos y con las pirañas y los cocodrilos acechando... ¡fue épico! ¿Quién me iba a decir años atrás que iba a estar haciendo eso? ¡yo no sabía que Perú tenía selva! Para la próxima me vengo con la tabla y salgo a buscar la ola de la Pororoca jaja.


Para terminar con broche de oro el viaje nos fuimos a visitar un par de tribus indígenas. Pablo y yo casi nos quedamos a vivir allí jajaja, estábamos muy adaptados:


1 comentario:

  1. tiendacarpones.com
    Disfrutar de la pesca en un viaje es una experiencia relajante y emocionante. Con paisajes serenos y la emoción de cada captura, la pesca se convierte en un pasatiempo inolvidable.

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